
¿Qué estructuras e infraestructuras mantienen los vínculos y relaciones entre el campo y la ciudad? ¿Cómo la arquitectura y las tecnologías emergentes mantendrán o no esta coexistencia de ambos mundos en el futuro? La reducción de la huella ecológica, el impacto del cambio climático, la descentralización de las grandes ciudades, la seguridad alimentaria y demás problemáticas contemporáneas interpelan a profesionales de la arquitectura y el urbanismo a nivel global bajo el principal objetivo común que se centra en mejorar la calidad de vida de la ciudadanía y alcanzar el bienestar físico, mental y emocional en el entorno construido y natural.